martes, junio 05, 2007

EL BESO ENAMORADO. Ensayos sobre el bolero. Vorágine del amor vertical





CONVERSACIÓN EN TIEMPO DE ROMERO





La música tiene de tempestades y corriente subterreas. Tiene de himnos y de alientos poéticos. La música tiene de voces y de memorias. Y todo aquello porque habita el la zona liminar de los seres racionales, esa donde habita la ternura y el deseo. La música de boleros es apologética de la utopía del amor convulso -el único-- y del cariño sereno. Tiene de venganza y de resurrección. Por eso Bárbara Romero cuando canta inventa un espacio donde la calma se hace rito y la lascivia se convierte en mito. Aquel símbolo de los amantes consagrados, de los oyentes enamorados y de los ilusos atrapados en la borrasca del romance más fiero. Este es un homenaje a un disco esperado de Bárbara Romero: Hoy me entero que te vas [Realismo Visceral]. Es decir, para oir con la razón y con las víceras.



Escribe Eloy Jáuregui



Devuélveme el rosario de mi madre / y quédate con todo lo demás / lo tuyo de lo envío cualquier tarde / no quiero que veas nunca más. Así canta Bárbara Romero este viejo vals ahora convertido en bolero son. Ella radica hoy en Los Ángeles Estados Unidos. Se Fue hace un par de años y ahora graba y tiene el triunfo descontado. Romero es heredera de un estilo de boleristas peruanas que viene de Lina Panchano, Linda Lorens, Vicky Jiménez, los Hermanos Castro y por cierto Tania Libertad.
Entonces está demostrado que el género no sólo es para hombres melancólicos atacados por el mal de amores. Al contrario, y aunque muchos digan que el bolero no tiene sexo, yo afirmo que es música sexual para emulsionar los oídos del espíritu. Por eso Bárbara Romero decora sensualidad y en cada interpretación impones su estilo romántico, su fraseo franco de verdades rotundas, su poética de tesitura agradable y su elegancia en el contenido de los temas.










Barbara Romero en Concierto



Igual que con la peruana Tania Libertad, Bárbara Romero (óiganla interpretar Envidia, aquel maravilloso bolero que cantaba Vicentico Valdés) cantan como las Diosas del Olimpo (jamás Cárdenas ni mucho menos Alci Acosta, acepto un Lucho Barrios), bronceada por el cobre de los sueños. Tania como Bárbara Romero cantan Me recordarás, inmenso tema del maestro Frank Domínguez y uno sólo puede soñar que un ángel desnuda esa voz de mujer amada, toma el cuerpo del talle y la inflama. Uno oye un relámpago bellísimo anclado a sus alas. Es apenas un himno estruendoso aquel que desnuda el cuerpo. Bárbara así, recompone ese mirar para adentro, habla de que aprendió de la Guillot, de Celia Cruz, de Celeste Mendoza y cómo no, de La Lupe.














El bolero es un himno de afiebrado compás. Cualquiera no lo canta por eso. Hay literatura y estudios. Por ejemplo. Para los críticos literarios, el momento de la consolidación de la narrativa hispana en los Estados Unidos llegó con la entrega del premio Pulitzer a la novela Los reyes del mambo tocan canciones de amor, de Óscar Hijuelos. El libro –que se hizo conocido por la adaptación cinematográfica, que interpretaron Armand Assante y Antonio Banderas-- cuenta las andanzas de los hermanos Castillo, dos músicos cubanos que trabajaban en una fábrica-factoría durante el día y reventaban las salas de baile por la noche. Hijuelos da una acertada visión del mítico Nueva York de los 50 y los 60, los años del boom de la música latina y la dura vida de los inmigrantes latinoamericanos. Pero aquellas existencias sólo son grandiosas cuando estos rumberos del Caribe se ponen a cantar sonatas de amor.Ella canta boleros. Ella debería llamarse Bárbara Bolero y no Romero pero tiene estirpe artística por el apellido. Bárbara Romero presentó ayer su disco de boleros Hoy me entero que te vas (Realismo Visceral). De que otra forma se canta boleros sino con las vísceras. Con ello nos devuelve la vida. Esa que se inflama con las pasiones sonoras. Magistral es su interpretación de Ay cariño de Federico Baena: ¡Ay cariño¡ / si vieras como estoy desesperado por tu ausencia;/ soñando a cada instante con la luz de tu presencia, /llamándote en las noche y llorando como un niño.




Amor mortal por inmortal es el suyo. De mujer, qué ocurrencia. De un género que por añoso es joven. Bárbara así, no hace más que consolidar la canción de la pasión desnuda. Por eso, ante tanta congresista Canchaya y tanto bodrio de Magaly Medina –que por que tiene audiencia cree que es buena periodistas y sólo es la vergüenza de la profesión—Bárbara les enseña a ser una dama de quilates. Que de eso se trata y más hora que viene el Día de la Madre, con mayúsculas. Porque la mía está viva y canta que es una alondra.
Bárbara dice que ha querido recoger en su disco el espíritu de la canción popular y “cortavenas”, el desgarro y lo visceral de canciones directas y hasta impúdicas y muchas veces vistas con desdén. “Quise optar por el bolero de la bohemia, desafiante, transgresor y desgarrado. Me gusta por ese filo y esa naturalidad que está faltando a mucha de la música actual. Por su pasión exacerbada, este bolero es como una película de Almodóvar, o como Rosario Tijeras. Creo lo mismo que el personaje de la novela El beso de la mujer araña: “Los boleros dicen un montón de verdades”. No les dije.En mi libro Usted es la culpable. Norma 2004, escribí: “Bárbara Romero canta boleros sólo para aquéllos que andan ebrios por los líquidos de los amores profanos o propanos”. Me faltó agregar que canta para que se invente otra vez el fuego de amor total, aquel que nos quema dulcemente el alma. Mi maestro Luís Delgado Aparicio ha dicho: “Bárbara produce un esplendor onírico, que con descargas de alabastros evocan el resplandor de la pasión, adornados por las flores del tulipán, que como el bolero, crecen de noche”. Toma mientras: no pudo ser más exacto.








1 comentario:

Oscar Scaccabarrozzi Nuñez dijo...

ELOY A MI CORTA EDAD, BUENO 27, PODRIA DECIR QUE EL BOLERO, ES PARTE DEL PERU TANTO POR NUESTROS CANTANTES TAN ENSIMISMADOS EN LA MUSICA, COMO EL YA CONOCIDO BOLERO CANTINERO... ELOY, DOS MAS POR FAVOR