miércoles, marzo 15, 2006

Cuando un amigo se va



Que no calle su música

Felipe Gómez Tarazona nació el 25 de mayo de 1953 y murió el 13 de marzo del 2006.
Fue un ser especial, cariñoso y amante de su familia y de sus amigos.
En 1968 llegamos juntos a vivir en la Residencial San Felipe y desde esa vez jamás dejamos de ser vecinos. Nuestras familias eran casi de la misma sangre y más de una vez juramos ser más que hermanos.
Jóvenes, nos enamorábamos de las mismas muchachas, de los mismos tragos y nos gustaba la misma música. Junto a otros amigos de la juventud como Manono y Sarita Azambujar, Bruno Mendizábal, Juan y Johnny Guerrero, Boris y Erick Joly y el gran Pocho Mora inventamos la felicidad a prueba de balas.
Felipe Gómez tuvo cuatro hijos. Isela, Felipe, Jon y Carlos. Su, mujer Marisol, fue la compañera que jamás lo abandonó porque él era un hombre generoso en extremo y dulce en su trato.

Era un melómano empedernido y fundó grupos y manchas de muchachos que eran amantes de las músicas alternativas y el rock pesado.
Desde que se dedicó al comercio de los discos, primero en La Colmena junto a Fernando Sánchez y Omar Córdova y después
En la tienda del jirón Quilca, nuestra amistad se hizo indestructible.
Felipe era un entusiasta del fútbol, la literatura y el cine y estaba
siempre atento a la asistencia de sus amistades. Nunca lo vi triste y al contrario, la sonrisa y su ternura eran la única forma de entender la vida.


Desde hace unos meses fue atacado por un cáncer. Luchó hasta sus últimas horas allá en su casa del edificio Los Fresnos. Dios lo cobije siempre en su gloria junto a sus padres.
Porque para evitar su olvido me encargo yo.

Buen viaje Felipe

Aquí duerme y yace quien amor mató con su dardo, un pequeño y enorme estudiante que se llamó Felipe Gómez. Todo lo dio y eso el mundo lo sabe: Rezar a Dios por él estos versos: Concédele reposo eterno, Señor, y claridad infinita para jamás olvidarlo.


Eloy Jáuregui. 15 de marzo del 2006

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