«B ush es el diábolo, Dios es el símbolo». En el concierto del martes en Lima con 35 años de retraso respecto a la fecha en que estaba previsto inicialmente. Santana pidió a los más de 25.000 espectadores que acudieron al concierto dejar "a un lado el miedo, el odio, la revancha y la cólera, porque eso sólo le pertenece a Bush y no a nosotros".
El artista, de 58 años, recomendó a su auditorio despertar "a tu propia luz, para que veas con otros ojos y pienses con otra mente".Un momento cumbre fue su interpretación del "Concierto de Aranjuez", del español Joaquín Rodrigo, poco después de expresar su agradecimiento por su retorno a Perú, "esta tierra sagrada de platillos voladores".El concierto, que puso fin a la gira latinoamericana de promoción del disco "All That I Am", brindó a Santana la posibilidad de tocar finalmente en Perú, después de haberlo intentado en 1971.
Ese año, en el que gobernaba el Perú la Junta Militar de Juan Velasco Alvarado (1968-1975), el rockero fue devuelto al avión poco después de aterrizar en Lima, a causa de un supuesto plan de estudiantes comunistas para boicotear su concierto, pretexto cuya veracidad siempre ha permanecido en duda. Lo cierto es que lo botaron porque era una artista valiente y que esa noche en el estadio de San Marcos le iba a decir sus 4 verdades a los cachacos.
[Eloy Jáuregui Bailando Samba Pa’ ti con mujer de piel morena y con la luz apagada]
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