viernes, abril 21, 2006

CONSERVADORES 1: LA GRAN HERMANDAD


Fundamentalismo islámico
y la derecha cristiana


En 1928, en Egipto una pieza importante del rompecabezas del extremismo islámico: la Hermandad musulmana. Fundada por Hassan al-Banna, contaba con fondos de la compañía del canal de Suez inglesa. La Hermandad creció de manera imponente, en poco tiempo contaba con más de cien mil miembros y ramas en Palestina, Siria y Jordania.

La Hermandad fue usada para atacar a los comunistas y a los nacionalistas egipcios y posteriormente al presidente Gamal Abdel Nasser. Hassan al-Banna, junto con otro protegido de los ingleses, el muftí de Jerusalén, Haj Amin al-Husseini (un fanático, feroz y pronazi) fueron los principales responsables de la proliferación del islam político incluyendo su versión terrorista. Esta organización es en esencia la madre de Al Qaeda y de los demás grupos religiosos,
extremistas que hoy en día han hecho del atentado suicida su modus operandi preferido.

El auge moderno del fundamentalismo islámico comienza precisamente al mismo tiempo en que la derecha cristiana comienza a conquistar el poder en Estados Unidos de Norteamérica como reacción a décadas de liberalismo: es decir con el régimen de Ronald Reagan.

Es en ese momento que la derecha moderada de ese país comenzó a dejar de ser conservadora para inclinarse más y más hacia el extremismo religioso y apocalíptico. No obstante, como señaló Kevin Phillips, uno de los teóricos del Partido Republicano y autor del libro American Theocracy (Viking, 2006), Reagan podía ser conservador y fanático pero también fue el primer presidente divorciado y el primero en ser ex estrella de Hollywood.

En el Perú los conservadores viven de las ofertas de Wong y compran sus trapos en los remates de Saga. Son arribistas y se rasgan los forros cuando les dicen que son de derecha. ¿Derecha? ¿Qué insolencia? ¿Cómo te atreves? [leer Los expulsados del paraíso de Rafo León] En el Perú son fanáticos de la ignorancia, el refrío moral y se avergüenzan con el síndrome «Blanco pobre». ¿Manyas?

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