El odio a los ricos
[Clase maestra. El líder de opinión Jaime de Althaus nos explica con elegante claridad que la miseria en el Perú no es por cualpa de los poderosos sino por que los pobres son unos pobres cojudos por necios e ignorantes, ¡Qué rico país! / Eloy Jáuregui.]
Escribe: Jaime de Althaus Guarderas [*]
Escribe: Jaime de Althaus Guarderas [*]
En un país de grandes diferencias sociales, el espectáculo de la riqueza de unos en medio del mar de pobreza es, efectivamente, insultante y sublevante. ¿Pero son los ricos los culpables de la pobreza de la mitad de los peruanos?
Una economía de mercado no es un juego de suma cero: los ricos solo se pueden enriquecer aun más si los pobres también incrementan sus ingresos. Para que una empresa venda más, tiene que haber más consumidores con mayor poder adquisitivo. Esto es obvio. En una economía de mercado el rico acumula su fortuna trabajando, creando, compitiendo. Por eso, merece admiración y no condena. No solo eso: para salir de la pobreza, necesitamos acumulación de riqueza --para reinvertirla--, y necesitamos un Estado que redistribuya y ayude a multiplicar motor es de acumulación entre los pobres.
Una economía de mercado no es un juego de suma cero: los ricos solo se pueden enriquecer aun más si los pobres también incrementan sus ingresos. Para que una empresa venda más, tiene que haber más consumidores con mayor poder adquisitivo. Esto es obvio. En una economía de mercado el rico acumula su fortuna trabajando, creando, compitiendo. Por eso, merece admiración y no condena. No solo eso: para salir de la pobreza, necesitamos acumulación de riqueza --para reinvertirla--, y necesitamos un Estado que redistribuya y ayude a multiplicar motor es de acumulación entre los pobres.
En el Perú hemos hecho todo lo contrario. Desde los 70, hemos atacado y confiscado a los ricos y hostilizado la acumulación. El Estado se apoderó del motor mismo de la acumulación, lo malogró, y abandonó sus tareas redistributivas. Es decir, al revés de lo que debió hacer: fomentar la acumulación y redistribuir. Por eso hay pobreza.
n resumen, fue la ideología del ataque a la riqueza la que generó la pobreza. No los ricos, sino el ataque a los ricos. Lo increíble es que esa ideología se reencarne una y otra vez, como si no hubiéramos aprendido nada. Es un círculo vicioso: al empobrecernos, empobrecemos nuestra educación y los demagogos aprovechan para dirigir la rabia contra el blanco más fácil: los ricos.
Pero los ricos son aborrecibles solo si su riqueza ha sido acumulada a costa de los demás. Eso solo puede ocurrir en dos tipos de economía: en una tradicional, premercantil, medieval, que por definición no crece, donde, por lo tanto, si alguien lo hace es a costa del decrecimiento de otros (el agiotista, el señor feudal), o en una economía proteccionista, mercantilista o rentista, donde un sector de la sociedad se enriquece a costa de otros gracias a protecciones arancelarias o privilegios monopólicos o saqueo burocrático.
Y ese ha sido el problema del Perú. En el colmo de la perversión, los estatizadores crearon su casta de empresarios protegidos y dependientes. Pero la riqueza de esos empresarios era espuria: en lugar de irrigar, drenaba ingresos de la sociedad, hasta la pérdida de reservas, inflación y recesión general. Es lo que se querría repetir ahora, cuando se amenaza con nacionalizar sectores estratégicos y se promete proteger al empresario nacional.
Recién hemos iniciado un ciclo largo de crecimiento sostenido --con baches-- desde 1992. En lugar de destruirlo una vez más, se trata de acelerarlo y afiatarlo, de profundizar la competencia y el mercado para que los empresarios crezcan por eficiencia y no por favores, construyendo eficaces canales de redistribución. Avanzar, no retroceder.
Tomado de "EL RINCÓN DEL AUTOR" de la página de OPINIÓN de EL COMERCIO. Viernes 7 de abril del 2006
Pero los ricos son aborrecibles solo si su riqueza ha sido acumulada a costa de los demás. Eso solo puede ocurrir en dos tipos de economía: en una tradicional, premercantil, medieval, que por definición no crece, donde, por lo tanto, si alguien lo hace es a costa del decrecimiento de otros (el agiotista, el señor feudal), o en una economía proteccionista, mercantilista o rentista, donde un sector de la sociedad se enriquece a costa de otros gracias a protecciones arancelarias o privilegios monopólicos o saqueo burocrático.
Y ese ha sido el problema del Perú. En el colmo de la perversión, los estatizadores crearon su casta de empresarios protegidos y dependientes. Pero la riqueza de esos empresarios era espuria: en lugar de irrigar, drenaba ingresos de la sociedad, hasta la pérdida de reservas, inflación y recesión general. Es lo que se querría repetir ahora, cuando se amenaza con nacionalizar sectores estratégicos y se promete proteger al empresario nacional.
Recién hemos iniciado un ciclo largo de crecimiento sostenido --con baches-- desde 1992. En lugar de destruirlo una vez más, se trata de acelerarlo y afiatarlo, de profundizar la competencia y el mercado para que los empresarios crezcan por eficiencia y no por favores, construyendo eficaces canales de redistribución. Avanzar, no retroceder.
Tomado de "EL RINCÓN DEL AUTOR" de la página de OPINIÓN de EL COMERCIO. Viernes 7 de abril del 2006
3 comentarios:
Correcto, desde cuando???
1992
Desde que se aprobaron leyes favorables a la inversion y favorables a los negocios.
Quien lo hizo??
Por eso necesitamos continuar en esa senda.
Quien puede garantizar esa continuidad que tuvo su gran bache en el gobierno de Toledo.
Ya tienes tu respuesta???
Las tres naranjas.
¡Pobrecitos los ricos! Ahora los reivindicados de De Althaus van a ir a vivir a Manchay a ser pobres para no sufrir más injusticias ni baches.
Eloy,
Creo que debes recomendar la obligatoriedad de la lectura del libro cumbre de Sofocleto: "Los cojudos".
Visita mi blog:
http://garracremaperu.blogspot.com
Saludos,
Adolfo Palao
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